En columnas pasadas habíamos visto cómo se ha desarrollado el sistema mixto en Uruguay desde 1996: es un sistema exitoso, que evitó el colapso del BPS en su momento y que permitió sanear las cuentas fiscales al tiempo de brindar a los trabajadores una renta vitalicia complementaria a su jubilación.
Vimos también cómo el pilar de sistema de reparto está enfrentando problemas de sostenibilidad, al igual que en todo el mundo y que por definición, en el pilar de capitalización individual no hay tal problema porque uno mismo ahorra para su propia renta vitalicia en el momento que se jubila.
Logros del sistema mixto.
En primer lugar, haber pasado de un sistema de reparto a uno mixto (reparto + capitalización individual) logró aislar el ahorro de los trabajadores de los riesgos fiscales. Esto es algo no menor ya que en el mundo estamos viendo cómo las jubilaciones de los trabajadores están siendo amenazadas por los problemas fiscales.
Asimismo se ha conformado una masa de ahorro de los trabajadores en sus AFAP de más de 15.000 millones de dólares, que representan un 30% del PBI del Uruguay.
Más importante aún: si ese ahorro si uno lo deflacta mes a mes, aproximadamente un 50% es lo que el trabajador puso y otro 50% la rentabilidad que su AFAP ha obtenido para él.
Otro logro importante que ha tenido el sistema de capitalización individual administrado por las AFAP es que la rentabilidad para los trabajadores superó 7% anual sobre la inflación. No hay ninguna inversión en los últimos 25 años que haya tenido este tipo de rentabilidad para los trabajadores.
Por su parte, ya hay más de 2500 millones de dólares invertidos en el sector productivo y esto es inversión que sigue un círculo virtuoso porque es generación de puestos de trabajo, más formalización, más ahorros etc. etc.
¿Qué más se puede hacer para mejorar las rentas vitalicias del trabajador?
Toda la gente que está en el sector formal, hace sus aportes personales a la seguridad social y su empresa hace el aporte patronal; el aporte patronal va integro al BPS y del aporte personal va una parte al BPS y otra parte a la cuenta personal del trabajador en su AFAP.
La propuesta es que además de ese aporte obligatorio, tendría que fomentarse que haya un ahorro previsional voluntario. Y ello porque en Uruguay, pese al crecimiento de actividad que se dio en estos últimos 15 años, de cualquier manera persiste un 25% de informalidad y si se excluyen los empleados públicos, esa informalidad llega al 30%: uno de cada tres trabajadores del sector privado está en el sector informal o tiene huecos de informalidad.
De allí que se necesario complementar ese ahorro obligatorio, que está asociado a la formalización, con ahorro voluntario.
Vayamos a un ejemplo muy claro: los choferes de Uber aportan para su empresa unipersonal, pero aportan por un mínimo que no tiene mucha relación con lo que efectivamente están cobrando. El día que se vayan a jubilar van a tener una jubilación y una renta vitalicia de una empresa de seguros a partir de lo que ahorraron en su AFAP, asociadas a ese mínimo por el que aportó. Si ellos hicieran un ahorro voluntario, por pequeño que fuera, ese ahorro voluntario va a complementar su jubilación y su renta vitalicia, para tener un monto digno y acorde a lo que estaban ganando en actividad.
Estos son conceptos que muchas veces son difíciles de transmitir porque la gente dice: “apenas me da para llega a fin de mes y me están hablando de ahorro voluntario”. Pero lo que está demostrado y que se ha visto en otros países, es que a veces ese ahorro voluntario, si se facilita es muy sencillo de hacer. Por ejemplo, en la caja de un supermercado le podrían ofrecer redondear la cuenta del ticket para depositarlo como ahorro en su AFAP. Es un ahorro silencioso, casi inadvertido, pero que puede hacer la diferencia a la hora de jubilarse.
Desde las AFAP, lo que estamos proponiendo es que ese ahorro tenga una cierta liquidez: en determinadas circunstancias, cada tantos años, ya sea por un gasto de vivienda o un tema de estudio de los hijos o un tema de alguna enfermedad ,que haya alguna liquidez de ese ahorro voluntario y por supuesto que al momento de retiro si se logró una renta vitalicia interesante, si la persona puede estar dispuesta a tener una renta vitalicia un poco menor porque ese ahorro le ha rendido mucho, que pueda retirar un poco para, poder darse un gusto o un viaje o lo que fuera a la hora de jubilarse.
En Uruguay además, el ahorro voluntario está gravado dos veces por el IRPF y luego por el IASS; si bien hay mucha gente que está por debajo del primer nivel de IRPF, de cualquier manera sería saludable que no estuviera gravado dos veces. Por el contrario, se puede pensar que el propio gobierno aporta a la cuenta del trabajador cuando éste realiza ahorro voluntario.
Fomentar el Ahorro Previsional Voluntario no sólo es una medida adecuada en términos de mejorar la suficiencia de las prestaciones, sino que le agregaría un saludable sentido de pertenencia a las cuentas del trabajador en su AFAP.
Estas y otras propuestas relacionadas con la necesidad de tener un fondo especial para los más jóvenes, reducir la concentración de mercado y mejorar la competencia a la hora de percibir la renta vitalicia, fueron formuladas por la Asociación Nacional de AFAP en su comparecencia ante la Comisión de Expertos en Seguridad Social.1
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Acerca del autor:
María Dolores Benavente
@MDBSBC
Ex Gerente General de UniónCapital AFAP