En el presente artículo se analiza la inversión de los principales fondos de pensión en activos alternativos, junto con la situación regional y el caso de Uruguay.
22/03/2022
1. Panorama global de pensiones
Según una investigación de Willis Towers Watson[1], los 22 países con mercados más importantes de pensiones acumulan activos por un total de USD 56.6 billones. De este subtotal, Estados Unidos representa el 62%, seguido de lejos por Reino Unido y Japón (7% cada uno), Canadá (6%), Australia (5%) y Países Bajos (4%).
En los últimos 20 años, la tasa de crecimiento de los activos de estos países en su conjunto fue de 6.8% en dólares y la rentabilidad de referencia para un portafolio compuesto por 60% en renta variable internacional y 40% renta fija internacional fue de 7.1% en dólares.
Los esquemas de contribución definida son dominantes en Estados Unidos y Australia, mientras que en países como Canadá, Japón, Países Bajos y Reino Unido predominan los esquemas de beneficio definido. En nuestro país, los fondos de ahorro previsional trabajan bajo el esquema de contribución definida.
Si se toman los 7 países más grandes (se agrega Suiza a la lista precedente), se observa que entre 2001 y 2021 la inversión en acciones cayó de 61% a 45% del portafolio total, la inversión en bonos se incrementó levemente de 32% a 34% y la inversión en activos alternativos creció fuertemente de 5% a 19%. El resto de la cartera (2%) es mantenida en efectivo y equivalentes.
Los países que más invierten acciones son Australia y Estados Unidos, con 53% y 50% respectivamente. Les siguen Países Bajos y Suiza, con 41% y 36%; mientras que Japón, Canadá y Reino Unido se mantienen en el rango entre 29% y 30%.
En cuanto a la inversión en activos alternativos, destacan Canadá, Suiza, Australia y Estados Unidos, con entre 19% y 38% sobre el total de activos bajo manejo. Por otra parte, Reino Unido, Japón y Países Bajos están entre 7% y 12%.
Los activos alternativos son aquellos que ofrecen retornos con distintas correlaciones o perfiles de riesgo que los activos tradicionales como acciones, bonos y efectivo. Existen tres categorías: fondos de capital privado (private equity), fondos de cobertura (hedge funds) y activos reales (real assets). Dentro de la última categoría se incluyen las inversiones en inmuebles urbanos, tierras agrícolas y forestales y activos de energía e infraestructura.
La principal motivación de los fondos de pensión para aumentar su exposición en activos alternativos es lograr una mejora en la frontera eficiente, que implica lograr un menor riesgo y un mayor retorno para el portafolio una vez combinados con los demás tipos de activos. A esto se agrega la situación de los últimos años en la que las tasas de los bonos soberanos de varios países desarrollados fueron muy bajas y negativas en algunos casos.
2. Situación en América Latina
La regulación de la región permite invertir a los fondos de pensión en activos alternativos en un rango entre 0% y 30% dependiendo del riesgo del subfondo considerado. A continuación se resumen los límites:
- Chile: 5% a 13%.
- Colombia: 0% a 15%.
- Perú: 0% a 20%.
- México: 0% a 30%.
Teniendo en cuenta el peso de los distintos subfondos de cada país, el límite ponderado global para alternativos se ubicaría en 9% para Chile, 13% para Perú, 18% para Colombia y 27% para México. La inversión al cierre de 2021 era de 4% en Chile, 17% en Perú, 16% en Colombia y 9% en México[2].
En comparación con los países desarrollados analizados anteriormente, en América Latina se observa una menor inversión promedio en activos alternativos (11% vs. 19%). Si bien hay un cierto rezago con respecto a los países más desarrollados en cuanto a la inversión en alternativos, se está siguiendo una tendencia similar a la observada en los fondos de pensiones más importantes del mundo.
Gráfico: Composición de inversiones de fondos de pensión.
Fuente: Willis Towers Watson y organismos reguladores.
3. Inversiones en Uruguay y conclusiones
En Uruguay, los datos muestran que los fondos efectivamente invertidos en activos alternativos representan en torno al 10% del fondo de ahorro previsional total del sistema (y cerca de 15% si se toman en cuenta los fondos totales comprometidos)[3]. Estas inversiones son básicamente en activos reales y se distribuyen de la siguiente forma: infraestructura y energías renovables (42%), fondos de tierras forestales (28%), fondos de tierras agrícolas (14%) e inversiones inmobiliarias (16%).
La inversión en activos alternativos mejora el perfil de retorno y riesgo del portafolio, por lo cual es beneficioso para el afiliado. Además, las bajas correlaciones con retornos de otros tipos de activos preservan la rentabilidad en momentos de crisis. También la inversión en activos alternativos es positiva para el país: por incrementar la inversión, el empleo y las exportaciones, y generar un efecto derrame en los distintos sectores de la economía.
El fondo de ahorro previsional uruguayo tiene una menor inversión en alternativos y en renta variable que la observada en los países desarrollados. En comparación con América Latina, la inversión en alternativos está en niveles similares aunque la inversión en renta variable es menor al promedio.
En la medida que la regulación apruebe un nuevo subfondo para los afiliados más jóvenes en línea con las mejores prácticas observadas en otros países, en los próximos años se espera una mayor exposición a activos alternativos por parte de las AFAP y también a renta variable internacional.
[1] Fuente: “Global Pension Assets Study 2022” (Willis Towers Watson).
[2] Fuente: Organismos reguladores de Chile, Perú, Colombia y México.
[3] Fuente: Banco Central del Uruguay.